Introducción – Chakras

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Introducción Chakras / Diagrama de Chakras / Muladhara / Swadhisthana / Manipura / Anahata / Vishuddha / Ajña / Sahasrara

Chakras son centros de conciencia y energía que procesan, transforman y distribuyen  la energía en nuestros cuerpos. Hay siete principales, y se encuentran a lo largo de la columna vertebral, empezando en la base de la espina dorsal con Muladhara, hasta el último chakra que se encuentra arriba de la cabeza, Sahasrara.  Cada chakra controla  zonas específicas de los cuerpos físicos, emotivos, mentales y energético-espirituales*.

Cada uno de los primeros cinco chakras corresponde a uno de los elementos que conocemos como Tierra, Agua, Fuego, Aire y Akasha. Akasha se traduce del sánscrito como espacio o éter. Es el elemento más sutil. Muladhara representa la solidez (tierra); Swadhisthana, la liquidez (agua); Manipura, lo gaseoso (fuego); Anahata, lo aéreo (aire), y Vishuddha, lo “etérico”, o el espacio. Las otras dos chakras, Ajña y Sahasrara están por encima de los elementos. Ajña trabaja con la intuición, el sexto sentido,  la inteligencia y con los poderes mentales, ese gran por ciento del cerebro que no usamos.  Sahasrara es quien nos comunica con el universo, con el Todo, con lo más sublime.

Hay determinadas meditaciones, asanas, pranayamas, kriyas, bandas, mudras y otras prácticas de yoga para trabajar con cada chakra en específico, para limpiarlas, quitarle bloqueos, cargarlas, y transfigurar y sublimar sus energías a otras chakras.

Muladhara, Swadhisthana y Manipura controlan el cuerpo físico, Anahata y Vishuddha, el cuerpo astral, Ajña el cuerpo mental y Sahasrara el cuerpo causal, aquello que es capaz de evolucionar para convertirse en la totalidad del mundo.

Casi todos los individuos tienen un chakra más marcado, quizá dos, los cuales pueden estar balanceados y desbloqueados o no.

La mayoría de las personas están en Swadhisthana. Un porciento pequeño está en Manipura y Muladhara. Aún más pequeño en Anahata. Y menos aún  en Vishuddha. En Ajña unos poquitos, y en Sahasrara son contados.

Teresa de Calcuta podría ser un ejemplo de una persona con un Anahata bien desarrollado  y balanceado. Pinochet puede haber sido una persona con un Manipura muy marcado, pero muy desbalanceado. Los pétalos de su Anahata probablemente estaban marchitos.

Aclaro que las chakras no se encuentran en el cuerpo físico, sino en el cuerpo sutil.  Si abrieras un cuerpo no verías estos centros de energías.  Es la energía vital, más allá de la física que todavía no captan los instrumentos que la raza humana ha creado. Pero se siente, y bien fuerte. Luego de hacer Sharvangasana, una asana para trabajar con Vishuddha, en el área de la garganta, siento mi cuello crecer así grande como el del sapo. Siento esa área gigante, cargada a plenitud. Las sensaciones que me dan las chakras, experimentar con cada una de ella, y vivir los resultados, es una de las cosas que más me cautiva del yoga.

* enérgico-espiritual – Según los astrofísicos, cada átomo en tu cuerpo, el calcio en los huesos, el carbono en tus genes, el hierro en la sangre, tus zapatos, cada piedra, flor, animal, bacteria, edificio,  océano, en fin todo lo que palpamos con los cinco sentidos, fue parte de alguna estrella billones de años atrás, sin contar el hidrógeno y otros elementos que fueron creados aún antes de las existencia de las estrellas, luego de la explosión del Big Bang. Vivimos porque estrellas murieron.

Lo físico sigue viviendo de una manera u otra. Cuando hablo de lo enérgico-espiritual me refiero a algo más, algo que no está sometido al rigor del tiempo y espacio, donde cada cual ha ocupado, ocupa y ocupará un determinado lugar, en diferentes tiempos.

Eso enérgico-espiritual sería también el guardián de las memorias y los sentimientos que aunque surgen a través de procesos físicos son parte integral de esta otra energía,  energía que no tiene que ver con la energía eléctrica, o la de los electrones, o quarks. No se descubre por ninguna máquina. Está ligada al cuerpo pero sin ocupar espacio ni delimitarse por el tiempo. Para este algo, el presente, pasado y futuro existen al mismo tiempo. Aún así puede también estar en cada uno de los momentos y sentir ese llanto lleno de tristeza, o esa risa contagiosa. Pero al no ser físico, no está sometido a las leyes físicas, así que no pasa a ser parte de la transformación de la materia. No fue parte de ninguna estrella, ni se cremará o enterrará, o se lo comerán los gusanos.

Así que cuando veas esta palabra, enérgico-espiritual, no importa la creencia que tengas, sabes que me refiero a eso que sobrevive la muerte física. Si piensas que nada lo sobrevive, sino que la materia se sigue transformando, pues es también eso.

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