Kurmasana

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Kurmasana es conocida como la pose de la tortuga (kurma significa tortuga en Sánscrito).

Según la tradición yogui, Kurmasana proporciona un estado mental místico. Es la única asana que trabaja simultáneamente con Anahata y Sahasrara, los centros de energía en los niveles del corazón y del tope de la cabeza. Durante su práctica la conexión de estas dos chakras promueven un estado místico de relajación, y calma, un sentimiento de amor incondicional, y una fuerte sincronización con el Universo. Es una sensación que el practicante adquiere al permanecer profundamente en la postura. Kurmasana es también excelente para meditar y obtener el estado de Pratyahara (retraimiento de los sentidos), al facilitar un estado de profunda interiorización.

“Cuando un yogui retira todos sus sentidos de los objetos de percepción como hace una tortuga al retraerse en su caparazón, entonces el yogui está sólidamente afirmado en el camino hacia la sabiduría.” Bhagavad Gita, (II.58).

Físicamente, la pose de la tortuga es excelente para eliminar dolores de cabeza y cuello y dolores de espalda causados por malas posiciones o por haber estado parado por mucho tiempo. También es óptima para tonificar e incrementar la circulación en la espina dorsal, proporcionando elasticidad a la misma.

Kurmasana activa los órganos abdominales, remueve el estreñimiento, alivia problemas urinarios, tonifica los riñones y estimula el libre flujo de sangre fresca a la espina dorsal y sus músculos.

La pose de la tortuga también calma los nervios. La pasión descontrolada, los miedos, ansiedades, corajes y sentimientos negativos se calman, y el cuerpo y la mente se refrescan al practicar consistentemente esta asana.

Esta es una asana que requiere una práctica perseverada. No es una postura fácil de hacer, así que por favor no la trates por ti misma, y jamás la fuerces.
 
Te puedes comunicar conmigo para información de cómo practicarla.

IrmaKurmasana